jueves, 1 de diciembre de 2016

"De miedo" por Elizabeth Cárdenas

Eso de subirse a un avión confiando en que toda una cadena de control nos asegura que el avión no se cae. Subirse a un avión confiando ciegamente. Creer que la "seguridad está asegurada", cuando literalmente y figurativamente, estamos jugando una carrera para llegar a la final, y morir en el intento. La caída del avión que llevaba al equipo Chapecoense, un equipo con historia desde mediados de los 70, con hinchas como cualquier otro equipo chileno, con cuerpo técnico, delanteros, porteros, defensas, como todo equipo que emerge de las divisiones, que pasa por apuros económicos, que gana que pierde, que mejora, como cualquiera de cualquier parte del mundo, que luego desaparece casi completo en la caida de la aeronave. Morir en el intento, es para mí un símbolo del héroe.
Coleccionaremos miles de detalles que juntos causaron la tragedia. La falta de combustible, la falla eléctrica. Escucharemos mil veces la caja negra del avión, y nos dará escalofrío pensar que estamos presenciando/oyendo una escena real de muerte. No es una película. Creer que la seguridad te la asegura el barrio dónde ningún delincuente apodado El Tila se te va aparecer. Creer que la seguridad te la da el estado, el último modelo de automóvil. Es falta de sentido común; como creer que para ir al mar o la montaña solo necesitas ir con celular, porque te sientes seguro. Es mentira. Nada está asegurado: ni el trabajo, ni la vida.
He tenido miedo toda mi vida, o al menos desde que recuerdo. En momentos de peligro mi yo mujer se retira, para dejar a cargo a la policía interior. A la heroína interior. Esa que cree que va a obtener justicia por retirarse y hacer lo correcto / decir lo correcto. Y con esto no estoy pensando en reemplazar la seguridad por el miedo. Estoy pensando en saber a qué le tengo miedo y por qué.

El miedo a la muerte es el primer miedo que tenemos. El miedo a perder a la madre. El miedo a perder. El miedo. El Don Juan de Carlos Castaneda habla de una visión de la muerte como la compañera del camino. Esa que está contigo todo el rato, pero cuando menos lo esperas te va a tocar el hombro. Allí ya estarás muerto. George Bataille dice que la visión de la muerte, el colapso del cuerpo, y perder la ingenuidad ante ese colapso, nos hizo comenzar a enterrar a nuestros muertos. Algo que quizás es muestra de civilización (?) Pero si nuestra educación fuera en conciencia a nuestra fragilidad (más que miedo) y conciencia en la muerte (más que miedo) quizás no andaríamos teniendo miedo a los inmigrantes, miedo a los pobres, miedo a los ricos, miedo aquí, miedo allá. Quizás el miedo es el nombre que le damos a algo que no queremos entender. Un fantasma de algo que vino de la niñez, o algo que de grandes queremos ignorar. Miedo.


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