jueves, 29 de diciembre de 2016

Levántate, levántate, es la una por E Eme Cárdenas

Es difícil tratar de explicar ésto que en los últimos años ha tomado fuerza. El tema de que el binomio femenino y masculino no están atados necesariamente al sexo. Los más conservadores pueden elevar la voz cuando se trata de ésto, pero el sentido lo tiene cuando se está inserta en la creación, en el cuero propio.

Hay algo que nos es dado por la educación, y quizás por eso, cuando por fin en mí se condensó la fuerza de escribir, me sentía más cómoda escribiendo como un sujeto poético masculino. Traté de escribir como mujer, pero sentía que no tenía fuerza, que era débil; pero ese era el primer prejuicio.

Dado que era necesario escribir, seguí el instinto de escribir como si fuera hombre. Y sobretodo escribía narrativa. Debo confesar que era un poco confuso igualmente tratar de imaginar cómo piensa un hombre. Hice lo que pude. Y trabajé por un año en un taller, tratando de encontrar mis letras.

De pronto, más bien, con los años, la poesía se materializó dentro. Y lo femenino comenzó a tomar fuerzas sobretodo en los ultimos años, cuando los temas de género comenzaron a ser discusión pública, con el acuerdo de vida en pareja, con la gente saliendo del closet, con los travestis haciendo feminismo, con los gays amándose sin miedo en la calle.

Un hombre me dijo que la poesía es un lenguaje muy femenino. Eso, y también la confección de libros. "Hay que verla a usted como hace sus libros, cariño", me dijo otro hombre. Entonces me di cuenta que había estado buscando la identidad femenina, que la educación ha censurado en mi vida (que yo he permitido que se censure ya sea por el acoso o por lo que implica plantarse como mujer en la sociedad machista- que lentamente también sale del closet), y que siempre había estado allí cobrando fuerzas.

Judith Butler dice que en la cultura occidental, lo femenino se ha creado a través de lo jurídico, como la negación de lo masculino. Y allí, todo lo que es distinto a lo masculino, es lo femenino. Entonces, partiendo de eso, lo femenino tiene un amplio espectro de definición. Pero si no existiera lo jurídico, que representa a los seres humanos y les da derechos y deberes y representación ¿qué somos entonces?

Luego de mis periplos de la vida en pareja, he tratado también de responderme mis preguntas en ese espacio. Allí he aprendido que también tengo que saber qué quiero de mi vida, de la vida, para terminar traicionándome solo para para no estar sola. Y así en la escritura, también aprendo que no me tengo que traicionar, y una nueva voz ha surgido este año con el ejercicio de escribir, con el ejercicio de mirar y estar atenta y darle espacio a esa voz que aparece desde la sombra. Porque lo femenino aparece desde la sombra, como si fuera su naturaleza.

La admiración que me provoca Claudia Rodríguez, por ejemplo, una activista travesti, como ella misma se define, por su activismo en las letras, que tienen una profunda pulsión de erotismo oscuro. Un feminismo enrabiado, resentido y peleador. Cosas que una ha tratado de tapar, porque es incómodo habitar en lo femenino desde los dolores. Ella ha construido lo femenino desde el permitirse ser en el cuerpo, permitirse ser en la rabia, y desde ahí habitar (y gritar).

Entonces el experimento de darle espacio al género, que implica de por sí adoptar una postura política, ha hecho que el texto se amplie y hable con nuevas voces, dolorosas, claras y también risueñas. No hay una definición más que la que una puede darle. No hay una fórmula ni una forma.

La semana pasada soñé que bailabla flamenco y que en ese mismo sueño le enseñaba a alguien. Ese estado de tomar y plantarse como mujer fue tan potente, que me levanté con la fija idea de ir a bailar (cosa que he estado haciendo ya por dos semanas). Y allí, frente al espejo, me veo y uso la vanidad para bailar de la mejor manera que pueda (Vanidad que me enseñaron no era buena).

Anoche soñé que mi mamá venía a despertarme "Levántate, levántate, es la una". Y en el sueño, me levantaba y veía mi casa. Había en ella varias cosas que necesitaban de mi decisión para cambiar.

viernes, 16 de diciembre de 2016

"AUTOCONOCIMIENTO" por Sol Caraves


                Ayer estaba leyendo un libro de Pabla Pérez y de una pequeña afirmación se produjo un eco adentro mío que todavía no termina de concluir mientras escrito esta modesta reflexión. Básicamente decía que podemos curar intuitivamente nuestro cuerpo, sin la necesidad de otro legitimado por un sistema obsoleto y dañino como sería la medicina occidental, a través del autoconocimiento y la escucha de nuestras necesidades, puede sonar irresponsable, pero más allá del debate sobre acudir o no al médico, las pautas que te da son indicio claro de la evidencia de nuestra profunda desconexión y el desarraigo que sentimos con nosotrxs mismxs. Pabla hace un hermoso trabajo donde explica como ejecutar ejercicios de autoconocimiento o auto evaluación ginecológica ligando los malestares físicos con la alimentación, factores dañinos como los tratamientos hormonales y los desequilibrios físicos producidos por la historia que a través de la medicina seculariza los cuerpos, pero más allá de eso a lo que apunta es a generar una ruptura consciente con nuestras estructuras sociales internalizadas de la salud, reconectarnos con nuestro cuerpo, nuestro sentir y nuestras necesidades, sin miedo a experimentar y conocer los funcionamientos de nuestra corporalidad.
                El autoconocimiento es una herramienta indispensable para poder transitar de manera más saludable o menos desagradable este mundo que desde los orígenes de sus registros siempre parece venirse abajo, hoy parecemos siempre conectados a otras cosas, como nuestros teléfonos, con nuestros amigos, nuestro trabajo, nuestro hobby, podemos saber lo que pasa al otro extremo del mundo en segundos y acceder prácticamente a conocimiento ilimitado, pero volcamos toda nuestra energía para suplir esas necesidades exteriores a nosotrxs, muy pocas veces retornamos a la reflexión introspectiva, nos han y nos hemos disociado de nuestras emociones, pensamos todo en términos racionales. Sentarse un minuto para preguntarse “esto cómo me hace sentir”, sin que la mente intente clasificar, lograr mirarnos sin juicios, ni autoritarismos es clave para poder establecer una comunicación fluida primero con unx, y después con nuestro entorno.  
                Ahora bien, otro punto sobre esta desconexión: es muy difícil tener una identidad cuando la velocidad y el cambio constante en todos los ámbitos asechan nuestra estabilidad continuamente (sí, estoy hablando de Bauman) y los engranajes de un sistema simbólico atentan con la construcción de nuestra autoestima, este sistema de consumo está diseñado para que nos sintamos incómodos y mal con nosotros mismxs y nos crea necesidades para que sustituyamos ese vacío con cosas o servicios, los parámetros con los que solemos medirnos son ficticios, inalcanzables y si no salimos de ese círculo de insatisfacción viviremos condenados a una vida de mediocridad y tormento. Llevamos encima de nuestros hombros mandatos sociales tan arraigados que no sabemos si son deseos auténticos o impuestos por nuestra cultura y es nuestra tarea reconocerlos, digerirlos, desintegrarlos o reformularlos, los epicúreos dirían ataraxia, examina tus deseos naturales o innecesarios, aquellos que te llevan al placer auténtico o al vano dolor del alma.  


                Las corrientes de pensamiento, antes de la modernidad y el racionalismo, solían conectar nuestro lado racional, nuestro lado espiritual y nuestra corporalidad, generalmente situando al hombre en armonía con un cosmos o con la naturaleza, yo al leer a sobre la Devoción Moderna me imagino un espiral que conecta todas las cosas que viven o permiten la vida, nosotros no somos el espiral, el espiral nos atraviesa y no tiene espacio, ni tiempo y nosotrxs ninguna inferencia. Pero bueno, somos los protagonistas más nefastos que pudimos elegir, porque si el hombre (genérico de hombre y mujer) por ser racional se sitúa por encima de todo lo demás y está tan fragmentado y tomas sendas decisiones como el aniquilamiento y la autodestrucción de la vida, yo propongo que reescribamos el guion y que elijamos otros protagonistas, ni el hombre, ni dios, ni la razón. ¿Vos que protagonista propondrías para este guión?




   

jueves, 15 de diciembre de 2016

"EL FENÓMENO DE LA POESÍA" por E Eme Cárdenas

He vuelto a leer la entrevista que el poeta Silva Acevedo dio a un diario el 27 de Agosto de este año, luego de ganar el Premio Nacional de Literatura. No sé nada de él, nunca leí Lobos y Ovejas, ni tampoco sé sobre su influencia en la poesía. Cuando le preguntan por su poesía, afirma que es introspectiva. Lo que he leído y oído es que el poeta está escribiendo poesía desde un lugar en la academia. Y en esa misma entrevista, afirma que lo que ha enseñado Nicanor Parra es peligroso. Nicanor Parra, un ser juguetón que no le ha pedido permiso a nadie; que alguna vez le pidió permiso a Neruda y quien no lo entendió en su momento, lo que hizo que Nicanor Parra se mandara a cambiar y tomara el camino de Recordarse a sí mismo en todo momento. Cosa que Silva Acevedo dice haber aprendido del cuarto camino de Gurdjieff.

Por mi lado, no creo saberlo todo, pero en mi experiencia, la poesía se ha venido a vivir conmigo, a mi cama, a mi casa, camina conmigo, como podría ser la presencia de la muerte en los texto de Castaneda y Don Juan. Asimismo, si desapareciera de mí y mi vida, yo podría pensar que es la muerte, la nada, descrita en la Historia sin fin de Ende.

La poesía está un escalón más arriba de la vida corriente., dice Silva Acevedo en su entrevista. Y me pregunto a qué se refiere. Y por momentos pienso como si fuera algo religioso, dedicado a los que están encerrados en el monasterio, fuera de la vida diaria. Monacal, digamos. Podría decir, que quizás sospecho lo que quiere decir, pero es una frase capciosa publicada en un diario de tercera. La primera vez que lo leí me pareció pretencioso, como si solo supieran de poesía en el espacio cómodo de la academia literaria. La segunda vez que lo leí, me quedó la duda, y me puse a pensar en lo que sucedió la semana pasada, el martes 13 de Diciembre de 2016. Ese día presentamos luego de un año de trabajo, el libro La Ciudad del fallecido Gonzalo Millán (1947-2006).

Millán vivió en La Chimba, y luego estudió en el Victorino Lastarria. Hizo sus estudios en Concepción, y luego vuelve a Santiago para seguir artes de la comunicación en la UC. Fue en ese momento en que viene el golpe de estado de Augusto Pinochet. Millán tuvo que salir del país. Se radicó en Canadá dónde hizo un Master en Literatura Hispanoamericana, y donde también formó una editorial que publicó varios años a poetas que estuvieron en el exilio. Millán volvió a chile a mediado de los 90.

Bolaño dijo "la poesía de Millán, una de las más consistentes y lúcidas ya no sólo en el panorama chileno, sino latinoamericano, se erige durante algunos años como la única poesía civil frente al alud de poesía sacerdotal.

En la presentación de su libro La Ciudad, nos acompañó la poeta María Inés Zaldivar, quien fue pareja de Millán hasta su muerte. Ella tuvo el gesto de hacer un tributo, tras cumplirse diez años desde que falleciera en 2006. Algo inédito, y algo que me sorprendió de tal manera.

Cuando te vas al exilio -dijo- no te queda otra que estudiar o trabajar de aseador. Lo primero que hizo Millán fue estudiar e hizo un Master. Pero por mientras hacía todo eso, no podía dejar de pensar en Chile, y trataba de procesar el golpe y las consecuencias de ello en su vida. Hacía clases de español para los gringos, y mientras juntaba recortes de los titulares de los diarios en Chile; cosas que iban apareciendo, como por ejemplo un cuerpo de una mujer encontrado en la playa en Los Molles. Los titulares de los diarios decían que era un asesinato pasional. Pero se trataba de Marta Ugarte, quien había sido secuestrada por agentes de la DINA, y que había muerto como consecuencia de las torturas a las que fue sometida.

Casi cuatro años estuvo Millán pensando en que tenía que escribir, hasta que un día, se da cuenta que para poder escribir tenía que salir de donde estaba. Entonces Millán abandona su trabajo en la universidad y consigue un trabajo de aseador nocturno de oficinas, para dedicarse en el día a escribir por fin esto que tenía atorado.
Si una lee La Ciudad, puede notar cómo se realiza un ejercicio para mantener la memoria. Su forma, sus frases cortas, replican el método de enseñanza de español a los no nativos. Sujeto predicado. Es una enumeración de lugares comunes. La misma ciudad que una ha recorrido para llegar a un trabajo, que podría ser igual de aburrido que el de Millán antes de hacer el aseo.

Me recuerda a todas esas cosas que han hecho mis amigos, como por ejemplo, renunciar a hacer clases en escuelas privadas, para vender pescado, y luego lanzarse con el proyecto editorial que siempre imaginaron. Un proyecto de vida, más bien. Recordarse a sí mismos en todo momento.

Silva Acevedo tiene razón que quizás escribir de lo contingente sin situarse, sin hacer un ejercicio de autoreflexión, puede hacer que la poesía sea efímera. Pero así como hay poetas y poetas y poesía y poesía, también hay personas y personas. La poesía debiera tener la definición que cada ser pensante y que siente, puede definir. Nadie debiera decir que algo está a otra altura, como si fuera un modelo, un ideal, que pusiera distancia entre el creador y lo que sucede.


Porque al final de cuentas, es lo que nos sucede. Un fenómeno. Y como bien dice John Johnson Bacanalés, hay que buscar una disciplina para escribir. Ejercitar para que ese fenómeno sea más claro y vasto y puro.

sábado, 3 de diciembre de 2016

"Un Don" por Rodrigo Durán


Desde niño le pedía; a la hermana de la joven que me cuidaba, que me dibujara algo lindo, (yo en ese tiempo no tenía las habilidades de hoy) y me terminaba dibujando un “Tribilín”.
Cuando me lo entregaba era el más feliz de todos, y podía estar horas mirando las líneas y los colores y los detalles, me acostaba en el suelo y lo miraba…como si solo hubiera eso.
Después descubrí que mis tíos (por parte de mi mamá) también dibujaban, pero nunca lo desarrollaron (quizás porque sus padres nunca reforzaron en ellos, el desarrollar su creatividad, o no sé)
Por eso, cuando me visitaban, yo le pedía a mi tío Pato que me dibujara un águila…y me ocurría lo mismo que con “Tribilín”; podía estar horas mirando como lo hacía y como con un lápiz a pasta y una hoja de cuaderno,  alcanzaba para provocar la magia. Esta vez, hice más cosas y me atreví a calcarlo y replicarlo un montón de veces, hasta que quedara como yo quería.
Por esos años, salieron a la venta unos juegos para niños llamados “Calquitos” que consistían en unas láminas semi transparentes que contenían un montón de figuras que tu traspasabas a una suerte de cuadernito de colores con muchos y variados fondos, y los calcabas con un lápiz mina, rayándolos por detrás. Era extraordinario!  Y de nuevo podía pasar horas jugando con eso...
Tiempo después, crecí un poco más y en consecuencia de todas esas fascinaciones infantiles, pedí muchas veces que me dibujaran cosas y yo repetía el patrón o las calcaba o las pintaba o las mejoraba.
Una vez dentro del sistema escolar, nos hacían (según recuerdo) pintar con los dedos, cosa que a muchos niños les encantaba porque aquí podían hacer eso que en casa no los dejaban: mancharse. Recuerdo pintar grandes dibujos en cartulinas con las manos y a mí no me gustaba salirme de los encuadres por las líneas, y cuando otro niño o niña lo hacía yo me sentía  mal. Miraba como un dibujo tan lindo se echaba a perder por la culpa de unos pocos que no ponían amor o talento en lo que hacían; era raro, porque mi sensación más de enojo, era de impotencia; por el poco valor que daban a tan maravillosa oportunidad de crear.
Crecí y solía tener solo sietes en artes plásticas, era el elegido para dibujar en la pizarra para los demás en biología o ciencias, finalmente luego de varios años y ya egresado de la enseñanza media, me aventuro a decir que estudiaré algo con “dibujo” que por esos años…no había mucho.
Busque y busqué y dí con el diseño gráfico, una rama similar…pero nada que ver con el dibujo (por aquellos tiempos ser bocetista o dibujante en el mundo gráfico, era bien compensado) entonces, tuve que elegir…o me quedo esperando una vacante en alguna imprenta o similar…o me buscaba una pega para poder sacar adelante el sueño de tener una familia.
Solo después de pasar una buena cantidad de años; incluyendo tiempos en trabajos que tenían algo muy cercano a lo que sabía hacer; dí con un amigo que me dio la posibilidad de incluir algunos dibujos míos en su revista; la sensación fue como cuando Rocky Balboa sube las escaleras hasta la estatua de Rocky Marciano…después; me animé y seguí solo. En uno de esos instantes tuve un flashback del porte del Titanic y sufrí unos segundos por el tiempo perdido…pero mas temprano que tarde; retomé ese don…dibujar y hacerme un tiempo fue sagrado cada semana; para entender que cuando haces lo que más te gusta, no estas trabajando, estas fluyendo con eso que te dice…vamos, dale! Está quedando bueno! (todo esto casi cerca de los 33 años) Actualmente tengo 42, y continúo creando porque sé que algo de esto quedará para el mundo. Como escuché por ahí, ”…no me llevaré mi canción a la tumba;  mientras pueda cantarla, lo haré” RDH


viernes, 2 de diciembre de 2016

"Espacio" por Sol Caravés

Estudiar las representaciones espaciales y temporales en las obras plásticas de alguna manera me ha hecho valorar la concepción de estas dimensiones en las distintas civilizaciones, entender que los sistemas (perspectivos-plásticos-conceptuales) que elegimos representan nuestro modo de concebir y experimentar la realidad que construimos, el ser y estar en el mundo. Eso me hizo pensar, por una parte, en cómo podemos definir nuestro tiempo y espacio actual, hay un par de términos con los que me he amigado este último tiempo, que me parece son acertados para explicar nuestra contingencia espacial y temporal, aunque se escribieron hace un par de décadas siento que siguen vigentes. Por ejemplo, me siento atraída por la teoría de la globalización, en términos de desterritorialización, si pensamos las conexiones o las interrelaciones económicas o políticas, incluso la identidad, ya no arraigadas a un país, a una frontera o un territorio en particular sino a una red globalizada que establece sus relaciones por osmosis, esto podría servir para explicar el efecto dominó que se ha producido en las elecciones democráticas acá en América.

                Podemos pensar el espacio también en términos de Augé, dentro de este territorio global, la ciudad estructura los no-lugares, lugares transitorios a-históricos que donde no generamos vinculo, ni identidad con nuestro entorno (Augé lo plantea en términos más dramáticos como lugares de no-derecho) por ejemplo, los colectivos o las cadenas comerciales, que son todos iguales a pesar de ser espacios físicos situados en distintos lugares de la ciudad.

                Otra forma de abordarlo es a través de las heterotopías que plantea Foucault, la aproximación a la utopía o a un espacio paralelo que escapa de las relaciones hegemónicas o normativas, como la relación que establecemos con nuestro reflejo en un espejo dada por la aproximación entre lo ficticio o ilusorio de ese reflejo y lo material concreto de ese espejo. Él lo piensa más en relación a su teoría sobre las instituciones, entonces otro lugar heterotópico podría ser la cárcel o un manicomio debido a que ahí se encuentran personas cuyo comportamiento se desvía de la norma social, pero también puede ser Disney o un museo por la construcción de esos espacios que escapan de lo real. Yo agregaría a las redes sociales, por la forma en la que nos construimos frente a los demás y nuestra dependencia a estos medios de interacción virtual, donde adoptamos una posición ficticia y estamos pendientes de lo que sucede en torno a una simulación de acontecimientos, donde personas se sienten obligadas a demostrar algo que no son y recortando una parte de sí mismos, la parte de ese reflejo que nos acomoda menos.

Ser conscientes o incluso reflexionar acerca de cómo se configuran los espacios en nuestra época puede ayudar a comprender estas sensaciones de inestabilidad o vorágine en la que fluctuamos, poder situarnos es el esencial en alguna coordinada es esencial para pensarnos ¿Ustedes cómo piensan el espacio? ¿Qué otro tipo de espacialidad o temporalidad identifican en la ciudad? 


jueves, 1 de diciembre de 2016

"De miedo" por Elizabeth Cárdenas

Eso de subirse a un avión confiando en que toda una cadena de control nos asegura que el avión no se cae. Subirse a un avión confiando ciegamente. Creer que la "seguridad está asegurada", cuando literalmente y figurativamente, estamos jugando una carrera para llegar a la final, y morir en el intento. La caída del avión que llevaba al equipo Chapecoense, un equipo con historia desde mediados de los 70, con hinchas como cualquier otro equipo chileno, con cuerpo técnico, delanteros, porteros, defensas, como todo equipo que emerge de las divisiones, que pasa por apuros económicos, que gana que pierde, que mejora, como cualquiera de cualquier parte del mundo, que luego desaparece casi completo en la caida de la aeronave. Morir en el intento, es para mí un símbolo del héroe.
Coleccionaremos miles de detalles que juntos causaron la tragedia. La falta de combustible, la falla eléctrica. Escucharemos mil veces la caja negra del avión, y nos dará escalofrío pensar que estamos presenciando/oyendo una escena real de muerte. No es una película. Creer que la seguridad te la asegura el barrio dónde ningún delincuente apodado El Tila se te va aparecer. Creer que la seguridad te la da el estado, el último modelo de automóvil. Es falta de sentido común; como creer que para ir al mar o la montaña solo necesitas ir con celular, porque te sientes seguro. Es mentira. Nada está asegurado: ni el trabajo, ni la vida.
He tenido miedo toda mi vida, o al menos desde que recuerdo. En momentos de peligro mi yo mujer se retira, para dejar a cargo a la policía interior. A la heroína interior. Esa que cree que va a obtener justicia por retirarse y hacer lo correcto / decir lo correcto. Y con esto no estoy pensando en reemplazar la seguridad por el miedo. Estoy pensando en saber a qué le tengo miedo y por qué.

El miedo a la muerte es el primer miedo que tenemos. El miedo a perder a la madre. El miedo a perder. El miedo. El Don Juan de Carlos Castaneda habla de una visión de la muerte como la compañera del camino. Esa que está contigo todo el rato, pero cuando menos lo esperas te va a tocar el hombro. Allí ya estarás muerto. George Bataille dice que la visión de la muerte, el colapso del cuerpo, y perder la ingenuidad ante ese colapso, nos hizo comenzar a enterrar a nuestros muertos. Algo que quizás es muestra de civilización (?) Pero si nuestra educación fuera en conciencia a nuestra fragilidad (más que miedo) y conciencia en la muerte (más que miedo) quizás no andaríamos teniendo miedo a los inmigrantes, miedo a los pobres, miedo a los ricos, miedo aquí, miedo allá. Quizás el miedo es el nombre que le damos a algo que no queremos entender. Un fantasma de algo que vino de la niñez, o algo que de grandes queremos ignorar. Miedo.


miércoles, 30 de noviembre de 2016

"AL CHAPECOENSE" por Sergio Bravo Loyola



                El Chapecoense. Un equipo que en lo personal no ubicaba, ni sabía que iba a jugar la final de la Copa Sudamericana: hasta hoy.

                La noticia la sabemos todos. Un trágico viaje. Choque del avión donde murieron más de setenta personas, entre ellos la gente que trabajaba en el avión. Iban a Colombia, Medellín. Iban a disputar la final.

                Deberían haber salido en las portadas por otras cosas. La gente, su familia e hinchada, deberían estar derramando lágrimas por haber conquistado, quizás, su primera copa internacional o por haber rozado la gloria.

                Pero no. El destino es cruel a veces. Como al Alianza de Lima, como al Strongest de Bolivia o los hinchas de O’higgins de Rancagua. Todos ellos sufrieron del destino cruel. De las máquinas.

                Gracias al comentario siempre fiel de Jorge Rubio, el Poke, me enteré que entre los jugadores uno iba a ser papá, selfies y demás. Alegría pura. Iban a Colombia a jugar la que quizás era la primera final continental del club.

                Ninguno de esos jugadores, ninguno, va a poder tener otra chance. Ninguna revancha para meter el penal errado, para salir jugando a toque corto o despejarla lo más lejos que se pueda. No hay más oportunidad para evitar esa amarilla que te dejó fuera del siguiente partido. No se va a poder dar más el próximo partido. Porque en este partido de 180 minutos, hubo ida pero no hay vuelta.

                Hoy el fútbol que tanto queremos suma más de setenta estrellas nuevas en su firmamento. Hoy el fútbol que tanto queremos no va a poder dar esa revancha que siempre esperamos.

                El Chapocoense está de luto. Quizás Brasil entero está de luto. El fútbol está de luto. Pero hoy el pasto de cada campo de juego será más verde. Buen viaje a la cancha eterna y desde arriba sigan regateándole al destino: ese destino que los tuvo tan cerca de la gloria pero más cerca de la muerte.




lunes, 28 de noviembre de 2016

"La ciudad inalámbrica" por Jhon Bacanalés



Las ciudades son una especie en extinción. Ya no hay necesidad de crear redes públicas análogas-empíricas-electrónicas- sustantivas como tiempo atrás. Uno está a 30 segundos de todo el “conocimiento” del mundo y  viceversa [pongo la palabra conocimiento entre “” porque en realidad no es un verdadero conocimiento, sino, más bien  un conocimiento representativo común de las cosas; pero ese es tema para otro curso]. A esto queda reducida la experiencia de estar vivo, a una representación inmediata brindada por el dispositivo o aparato tecnológico de moda. ¿Qué necesidad hay salir a pasear por las callecitas del barrio, si podemos navegar desde la comodidad del asiento, pinchar la aplicación google heart y recorrer el lugar que se plazca? Como bien se podrá dar cuenta mi querido(a) lector(a), la especie humana de raza citadina está condenada a un sedentarismo extremo y morbosa obesidad. Solamente se ejercitan  pequeños músculos, principalmente los que tienen que ver con la coordinación óculo-dactilar y el resto del cuerpo resulta ser un apéndice primitivo no acorde a los tiempos actuales. ¿Qué se puede esperar de nuestras ciudades, si ya nuestros cuerpos biológicos se están atrofiando? o aún más acotado, ¿Cuál es el futuro que le depara a nuestro barrio  y a nuestras rodillas que tienen que soportar demasiado peso? Basta recordar el extinto barrio El Llano en  la comuna de San Miguel y la crueldad hecha concreto en la comuna de Estación Central, más específicamente en General Velázquez con Alameda. Como bien se podrá dar cuenta, cuando uno contempla demasiado un problema, ese problema empieza a habitar dentro de uno. ¿De dónde nació toda malformación de habitar el mundo? ¿Será desde el vacío interno de sus habitantes? ¿o desde el criterio y buen sentido del negocio que tienen sus autoridades?.
El problema ya está instalado, la extinción de las ciudades y  también la de sus habitantes.
Yo por mi parte sé muy bien cuál es la receta para recuperar las fuentes de protocultura (prototipo de cultura) simplemente tenemos que recurrir a nuestra condición natural de criaturas conscientes e inteligentes: cuidar mantener y conservar; el respeto como disciplina. Basta con recoger la basura de la vereda de tu casa –si es que aún tienes casa y no vives en departamento- y regar el árbol que está enfrente, además de caminar con tus seres queridos al parque y pisar el planeta tierra con los pies. Todo esto tiene que ser en el anonimato absoluto a partir de la voluntad, y no de la  burda representación de una selfie (fotografía tomada a uno mismo por uno mismo) haciendo las tareas ya descritas; empero carecería de importancia y fundamentación el riego de las plantas el aseo de las veredas. 


sábado, 26 de noviembre de 2016

"Biorritmos"por Rodrigo Durán


De regalo (aunque yo tenía la sensación que fue como un rescate) les lleve una pareja de hamster a mis hijos. Confiando en lo que el vendedor de la tienda de mascotas me indicaba. Paso el tiempo; y se les veía pelear frecuentemente; así que decidí llevarlos al veterinario de la tienda para que me indicara que hacer. Para mi sorpresa: tenía una pareja de hamsters y no un par de machos, como me los vendieron.
Finalmente tuve que separarlos; porque sus peleas eran del terror.
Pero después comprendí el motivo; la hembra ya no quería al macho cerca y lo mordía o arañaba para alejarlo...a los días note que ella no salía de su casita. Claro! Estaba anidando en su interior 6 crías no mas grandes que un dedo meñique, y como las gatas, los escondía debajo de ella y no dejaba que  nadie los tocara; o se acercará (instinto de supervivencia) al tiempo después tuve que hacer entre varias cajas de plástico; una suerte de hotel para mascotas; cada uno con su lugar para tomar agua y comer; incluso dormir; claro, porque los hamsters son roedores nocturnos que se activan de noche y de día duermen (a menos que los despiertes y eso los asusta mucho porque están acostumbrados a obtener su alimento de noche, por sus depredadores naturales)
Paso el tiempo y fueron creciendo; tuve un análisis profundo de sus vidas de mascotas; era increíble la similitud con nosotros en cuanto a la LIBERTAD; por lo general ellos no saben que están encerrados o atrapados en una caja plástica, porque nacieron en cautiverio...pero a la primera de soltarlos ellos buscan por todos los medios, volver a experimentar la LIBERTAD...el correr libremente hurgando; buscando una salida a su mundo original...ese que su cuerpo le dice "allá afuera hay más...corre...busca"
Lamentablemente estos animalitos, sufren de estrés cada vez que quieren salir y buscan la libertad a toda costa; eso les pasa la cuenta y ese estres; los desgasta al punto de morir como todos sus congéneres: de un ataque al corazón.
No está de más comentar que su nivel de envejecimiento es superior a cualquier otro animal; debido a todos estos factores.   
Fue de esta forma, como nos fuimos despidiendo tristemente del papá; una hija; un hijo; y finalmente luego de ver como había formado a una familia completa...la mamá.
Muchas veces pensamos que la madre sería quien partiría primero; quizás por su estado; chiquitita y delgada. Con su pelaje ralo; los ojos grises y deteriorados; guiándose sólo por su segunda visión:el olfato.
Y esta es mi reflexión. El Biorritmo.
Ese segundero interno que nos acelera o ralentiza según vivamos las experiencias diversas de la vida; más los factores externos: vivir en el campo no es lo mismo que la ciudad; tantas y tantos Biorritmos...y de tantas clases...lo cierto es que conforme pasa el tiempo; el campo de batalla de tus emociones (tu cuerpo) empieza a dar alertas de que "ya no más"...de que pares de una vez, con eso que te esta derritiendo la vida como el calentamiento global a un ártico casi extinto...
Tenemos claro que desde nacemos la certeza mayor es que el envejecimiento es algo que no podemos cambiar; pero que si podemos modificar con nuestra forma de vivir.
Yo al menos no pretendo irme de este mundo sin antes hacer de esto que llaman vida; una experiencia maravillosa; viviendo desde la alegría, el optimismo, el compartir con otros, la pasión por hacer y dejar buenas cosas aquí, antes de irse...para los que sigan, para los que vienen recién llegando.. RD



jueves, 24 de noviembre de 2016

LA CIUDAD INVISIBLE por Elizabeth Cárdenas


Mis primeras vinculaciones conscientes con (en) la ciudad, se inician por la lectura de dos grandes poetas: Elvira Hernández y el fallecido Gonzalo Millán. Los poemarios que ellos escribieron: La Ciudad, Gonzalo Millán en 1979; Santiago Waria (ciudad en mapuzungun), Elvira Hernández en 1992; ambos serán próximamente publicados por la editorial La Joyita Cartonera. El texto de La Ciudad fue revisado por Gonzalo Millán antes de su muerte en 2006; y Santiago Waria (poema "S" del poemario del mismo nombre) de Hernández, es publicado junto a un poema inédito "Santiago Rabia”. Implícita o explícitamente, los dos textos se relacionan con la ciudad de Santiago de Chile.
El motivo principal -como editora- para publicar estos textos y autores, es un ejercicio de Memoria intangible, de recordar, reconocer las miradas heterogéneas a la memoria historiográfica, la mirada de los individuos a través de los sujetos poéticos. Ya sea desde el exilio en dictadura, o en la dictadura del sistema económico. La ciudad y su espacio público, son modificados por terribles sucesos históricos o por “la modernidad”. Hay una reflexión sobre su cambio, su caída, distinta a la historia exitista oficial, la de las monumentos, las de calles con nombres de héroes, los aeropuertos y centros comerciales.
La ciudad poetizada por Millán, tiene mucho de Las ciudades invisibles de Italo Calvino. El poeta describe una ciudad que se recorre se vive desde los recuerdos. Ciudad que fue habitada en un contexto social del gobierno de la UP, que se transforma y cae con el golpe de estado de Augusto Pinochet. Elvira Hernández por su lado, describe una ciudad en cual el sujeto poético es impactado por la nueva ciudad con sus autopistas neoliberales, donde todo camino conduce al mall, y si no se está en el mall, hay que hacer como que se está en el mall. La Ciudad de Hernández es una ciudad sucia, desordenada y mestiza.
De acuerdo al texto de Harvey (Ciudades rebeldes, del derecho de la ciudad a la revolución urbana), es a través de la poesía, que los sujetos poéticos describen reconocen una misma ciudad sitiada atemporal, una ciudad en transición, y luego la ciudad del nuevo modelo económico. La ciudad de Santiago ha sido transformada en su arquitectura. La burbuja inmobiliaria hace imposible habitar en ciertas comunas de Santiago (si no se tiene el poder económico suficiente). Ello fuerza a la clase trabajadora a buscar vivienda en las afueras de la ciudad (en el margen de ella) o en zonas despojadas de crecimiento (aunque latente en ellas), que luego serán compradas por inmobiliarias. Dichos barrios serán reemplazados por más edificios, como ahora sucede en algunos puntos. En la ciudad (en Santiago) se puede reconocer la burbuja inmobiliaria y el crecimiento indiscriminado, que va reemplazando los terrenos cultivables por edificios o viviendas, o donde el retail en esta demostración de crecimiento vía gigantes edificios se impone de manera descontrolada. Así se erige el edificio Costanera Center como un monumento, un menhir, un símbolo de la acumulación económica que se proyecta sobre el resto de la ciudad sin igual. Ese es el nuevo monumento de la ciudad, que ahora se ve proyectado como símbolo de la ciudad misma, sin que se haya establecido de parte de la opinión pública, sino de parte del sector privado.
El movimiento editorial cartonero, que surgió luego de la crisis del corralito en Argentina (2003) se ha expandido en Latinoamérica como una contracultura a las “industrias” del libro, como respuesta a una crisis donde el que no tiene dinero, no accede fácilmente a la obra ni al conocimiento.
Si me pongo a pensar en por qué he escogido empeñarme en lograr este tipo de publicaciones, principalmente ha sido como una reacción a la desaparición de los barrios, y la pérdida de la memoria que me afecta tras este cambio propio de la gentrificación de la ciudad. “Qué había aquí antes”, me digo a veces, y es también lo que ocurre en la historia colectiva: “qué había aquí antes”, antes de este comportamiento de las masas, antes de cualquier violencia. ¿Qué era lo que ocupaba antes la ciudad? No quisiera retroceder a épocas anteriores, más bien apelo a esa pregunta de ¿qué valioso fue reemplazado por la basura, por el grito y el empujón? Quizás lo que había allí antes era la palabra respeto, ese espacio donde tú y yo, sumados, somos un ser tercero que lleva lo mejor y más crítico de nosotros. FIN

miércoles, 23 de noviembre de 2016

"DOS MARRAQUETAS" por Sergio Bravo Loyola



                Ahí va la abuelita. Pongamos que se llama Hilda o Delia o Rosa. Ahí va la abuelita. Con ese paso lento, calmado, cansado. No le importa si al sol o a la sombra, ella va.

                La veo siempre. Como a las cinco o seis de la tarde. Camina por calle Herrera, llega a la Panadería. Con la misma calma que anda sube el peldaño, saluda, va al pan. Los elige con cuidado. Los mete a la bolsa blanca de plástico y los pesa.

                Con la paciencia que eligió el pan y camina, la abuelita (que se puede llamar Marta o María o Inés) saca su chauchera. Las tira todas al mesón y las separa, las cuenta, las toma y las pasa. ¿Algo más? le preguntan.  Nada más, dice.

                De la bolsa blanca de plástico se traslucen dos marraquetas. “Nada  más” dice ella. Dos marraquetas, pienso yo. Quizás para ella y su viejo. Quizás sólo para ella, para tomar tecito y dejar para el desayuno de mañana.

                Se despide la abuelita, que se puede llamar Julieta o Julia o Marcela. Baja con esa calma, como si ese fuera su tiempo. Como si los días tuvieran 48 o 72 horas. Y por calle Herrera retoma el camino.

                Se irá a su casa. Prenderá la tetera. El viejo pondrá la mesa y se sentarán a tomar once y ver la teleserie. O no, quizás el viejo ya no esté. Y ella pondrá la mesa y se sentará a tomar once y ver la teleserie. Se acostará temprano, antes de las noticias. Mañana se levantará con las gallinas, como dice ella.

                El domingo vienen los niños con los nietos. El tata y la abuelita van a estar felices. O la pura abuelita, con el viejo siempre presente en esa foto en blanco y negro que tiene en el living.

                Mañana de nuevo saldrá a comprar el pan, a la misma hora, porque empieza el fresco y sale calientito. No sabe qué hará de almuerzo pero tiene ideas. Yo la miro mientras camina. Y me quedo parado un rato para que me saque ventaja. No quiero que mi mundo, ese que anda más rápido que de costumbre, la vaya a asustar o haga que camine más rápido. En cambio la espero, la miro, y dejo que esa lentitud, esa calma o ese cansancio, me llene un ratito.  




lunes, 21 de noviembre de 2016

"Principio de Saturación" por Jhon Bacanalés

Con el movimiento comienza la energía y con la energía comienza el movimiento. ¿Pero de dónde viene esa energía, de dónde viene esa motivación? ¿Qué es lo que nos lleva a movernos? Claramente la respuesta es la voluntad; ese pulso irracional y ciego que es el verdadero ser de la cosas. Pero en el mundo fenoménico, se explica a través del principio o ley de saturación; El estado fugaz de saturación  es lo que nos lleva a movernos o a cambiar de condición o a transportarnos de un punto a otro. [Cuando digo nos, me refiero desde la más ínfima unidad de materia hasta la más compleja] Hago esta distinción entre mundo fenoménico y protocultor (voluntad) ya que esto permitirá una mejor comprensión sobre este tratado específico de Voluntad y Protocultura.

Hay que recordar que cuando hablamos de principios o leyes, estamos operando sobre el plano fenoménico y cuando se habla de fuerza estamos operando sobre la totalidad del universo. No es lo mismo decir ley de gravedad que fuerza de gravedad.

En el principio o ley de saturación intervienen elementos altamente fenomenológicos como el placer, el tedio y la satisfacción. Cuando se alcanza el punto de saturación de placer o tedio, automáticamente se cambia de condición: de menor movilidad a mayor movilidad. Por ejemplo: ¿Qué fue lo que empujó a esa ínfima partícula de materia y la llevó a moverse? La respuesta podría ser, la saturación del aburrimiento (tedio). Esa ínfima partícula de materia se aburrió de estar inmóvil y comenzó a moverse. Otro ejemplo, a nivel macro: Luchito guardó su cuaderno y sus pertenencias y salió de la sala en la mitad de la clase. ¿Qué motivó a luchito a salir de la sala de clases? Luchito llegó al punto de saturación del tedio debido a que la deficiente profesora leía tartamudeando unas diapositivas pobremente elaboradas por ella misma. Producto de esa sensación de  tedio extremo Luchito sale de la sala. Y al salir de ese antro de aburrimiento y distorsión educativa, muy satisfecho por su decisión, camina por el jardín del colegio y se dirige al parque a respirar aire puro y eso le produce un alto nivel de placer. Ahora bien, cuando luchito se aburra de estar vagando por el parque se dirigirá a otro lugar a entregarse placer y así sucesivamente vivirá en un péndulo de placer y tedio satisfaciendo sus apetitos de bestia.

Recomiendo leer y reflexionar sobre los principios herméticos del libro el kybalion. Específicamente el principio número tres, el de la vibración que índica "Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra" 

sábado, 19 de noviembre de 2016

"De sociabilizar y otras yerbas" por Rodrigo Durán


Desde niño la timidez me provocaba esconderme tras los postes de la luz; ante miradas que me sonreían o gente desconocida.
Con el tiempo uno razona. Enfría esa parte que tiene que ver con sentir sonrojo y se la mete al bolsillo.
Fruto de un padre que orgulloso lucía a uno de sus hijos para que cantara (obligado) ante unos expectantes invitados; canciones folclóricas que no entendía, ni menos, gustaba.
Ahora ya de adulto, comprendí que a los niños no se les obliga a nada; puedo mostrarles que hago (siendo ejemplo) y las técnicas que utilizo para lograr lo que me gusta; pero no obligarlos a que hagan, lo que a mí me gusta.
Recordaba que pase por varios colegios y mi única forma de flotar en la infancia y la adolescencia era haciendo buenas migas con los de mi edad; pero lamentablemente no podía hechar raíces en esas relaciones debido a que mis padres se cambiaban de casa constantemente...y seamos               sinceros...si eres niño queramoslo  o no...la distancia es un factor que impide que mantengas relaciones de amistad a lo lejos...de esta forma siempre tuve muchos "amigos" más que nada  conocidos; que me  compartían sus peripecias o yo ayudaba en ellas y juntos hacíamos parte de este montón de gente que viene a hacer de este sitio un lugar mejor de este  planeta. La niñez fue una cachetada de payaso...no sabia si reír o llorar...la adolescencia fue un golpe en la guata y la adultez ; sería como estar en el ring del " club de la pelea" sólo que en este ring, tengo que luchar por dejar los fantasmas de la timidez y del sonrojo por hablar en público; exigir lo justo; y avanzar.
Nunca pensé (hasta ahora de adulto) que tanto puede afectarte  siendo niño; el ser del montón o preferir estar al término de una fila para que no te consideren...entendí entonces que para conseguir objetivos, metas y logros; tendría que "sacar el habla" como decían los abuelitos...haciendo de esta tarea repetitiva mi forma de expresarme. También comprendí que en la medida que sociabilizaba; creaba redes, me fortalecia y no tenia ya que sentirme mal o culpable por acudir a otros en busca de lo que sintiera una necesidad...conforme pasaron los años decidí un día, que seria valiente y no tendría más temor de pararme frente a la gente y decir Lo que pienso...algunas experiencias como tener que exponer ante mucha gente; también ante gente más joven que yo (y ahí me sentía más seguro porque hablaba desde mi experiencia y seguridad); avanzando en el tiempo; me di cuenta de que el sociabilizar me acercaba a la gente y eso me regalaba la opción de aprender de aquellos que ya habían vivido más que yo o que tenían algún conocimiento interesante para practicar o aplicar a mi vida.
Tener amigos y conocidos me dio la posibilidad de seguir creciendo como persona; aunque muchos no lo quieran admitir; somos seres etareos  y necesitamos los unos unos de los otros. Vivimos en un momento clave; sólo falta tu voluntad para acercarte a otros y aprender. RD

viernes, 18 de noviembre de 2016

"TP" por Sol Caraves

Trabajo Práctico de Investigación
Alumna: Lira, Sol
Historia de las Artes Visuales I - Cátedra Laurenzi
Profesores Adjuntos: José María Vaquer y Ana Alonso
Ayudantes: Melina Saredo, Rebeca Dabas y Fernanda Gabai
Turno viernes de 17 a 20
Primer Cuatrimestre 2015


Diversos teóricos a lo largo de la historia han centrados sus estudios en torno a la relación entre el arte y la sociedad, se ha discutido sobre su autonomía, su función, sus límites, en la búsqueda de un método para analizar, delimitar, definir qué es el arte, qué determina que una “obra” sea una “obra de arte”, si bien muchas corrientes se han ocupado de este debate y sin centrarnos en ninguna teoría en particular, lo que podemos observar a grandes rasgo entre esta relación,  lo que denota esa diferenciación, es el cambio de paradigma y la valoración del arte por parte de una cultura inscritas en un periodo histórico determinado.

 Ahora bien, parece a simple vista un poco intrincado tratar de vincular una obra como la de Ana Mendieta con una escultura del Posclásico Mesoamericano, en primera instancia porque remiten a momentos históricos distintos, una es una mirada desde Estados Unidos siglo XX por una mujer cubana feminista y por otra desde pleno apogeo de una civilización “primitiva” del posclásico en México;  en segunda instancia porque se circunscriben dentro de paradigmas diferentes, pleno auge del arte conceptual donde el arte está institucionalizado e inserto en una industria cultural y por otro lado el arte especializado y anónimo de los grandes imperios con una connotación  sagrada que estructura el poder y media las hegemonías políticas y económicas entre  imperios y los demás pueblos . El dialogo entre estas dos obras del que busca ocuparse este trabajo se basa en la relación que construyen ambas obras en torno al concepto de mito, más específicamente el rito y la relación entre la vida y la muerte, para ello analizaremos ambas obras situándolas en sus condiciones de producción y profundizaremos en el concepto del pensamiento mítico tanto en la civilización azteca y como en la significación de la obra “Figuras Rupestres” para intentar establecer  relaciones dialécticas.

Entendemos la obra como “un signo, es decir un lugar de articulación de significados a descubrir mediante un esfuerzo de interpretación”[1]cuya interpretación está puesta dentro de un contexto determinado, y entendemos mito como una «historia verdadera», y lo que es más, una historia de inapreciable valor, porque es sagrada, ejemplar y significativa”[2].   

II
Ana Mendieta


-Título: “Guabancex”, de la serie de “Figuras Rupestres.”
-Autora: Ana Mendieta.
-Año de ejecución: 1981.
-Disciplina: Performance. Fotograbado.


La primera imagen es una fotografía de la performance “Figuras Rupestres”, en este registro  reconocemos un relieve antropomorfo y naturalista, de forma orgánica realizado sobre la tierra. Esta escultura es la representación que hace Ana Mendieta de la diosa Guabancex, o diosa de los vientos para la cultura taína, por tanto hablamos de la representación de una figura femenina, su forma delineada como una silueta y en su interior unos agujeros.

Esta Performance fue realizada por la autora cuando retornó a Cuba luego del exilio, se realiza en el parque nacional de Jaruco en la Habana y es parte de una serie de representaciones de diversas divinidades femeninas plasmadas en la naturaleza. Mendieta utiliza su cuerpo y la tierra para crear, se incluye dentro del movimiento del bodyart y el landart, esta autora reivindica la figura femenina dentro de su obra desde lo político a lo espiritual, realizando performance con fuertes críticas a la sociedad patriarcal que viola y violenta el cuerpo de la mujer, y a la vez vinculando a la mujer con la tierra, con esa tierra que le fue arrebatada, en conexión mágica, primaria que perdimos de nuestros antepasados. Buscaba a la transformación y exploración del cuerpo femenino, la transformación de esa mujer-objeto en un sujeto.

La artista se insertó en el mundo del arte con sus performance en los años 70’s en Estados Unidos, periodo en el cual prosperó el arte posmoderno, conceptual, “el arte intelectual, sin gratificaciones sensoriales de ninguna clase”[3] donde la obra de arte “conduce a una nueva dimensión del placer estético, un placer orientado por el saber teórico que determinará los límites del nuevo paradigma”[4]. Durante este periodo se cuestiona la “pureza” del arte en cuanto al goce estético que nos produce la belleza y en cuanto a su manifestación formal, las disciplinas se mezclan y dialogan, se borra el límite entre ellas, se habla de “pluralismo”,  “Todas las manifestaciones están presentes y no tienen que excluirse o reemplazarse una por otra. Todas pueden expresar o seguir expresando, como siempre los han hecho distintos intereses en el desarrollo del arte… ” [5] los años 70’s Estados Unidos se conciben como capital artística del arte experimental como relata Danto “Ya en 1969 los conceptualistas podías considerar cualquier cosa como arte y estaban dispuestos a considerar a cualquiera como artista (…)La vanguardia de los sesenta quiso franquear la barrera entre vida y arte. Quiso borrar la distinción entre arte elevado y vulgar (…) Fue un período de espectacular demolición filosófica ¡Afortunado aquel que en aquella mañana siguiera con vida!” [6]

Ana Mendieta se desarrolla en este contexto como artista, artista y mujer “de color” extranjera, “Su arte se presenta como un instrumento de negociación entre una cultura perdida, ausente-presente cubana-caribeña y otra cultura implantada-adpotada desde su residencia en los EEUU. Esta identidad fragmentada es un punto clave para entender la obra de Mendieta.”[7] con mensajes provocativos contra el gobierno conservador declama en un discurso : (la)“clase reaccionaria [que] empuja para paralizar el desarrollo social del hombre en un esfuerzo por lograr que toda la sociedad sirva a sus propios intereses y se identifique con ellos. Los miembros de esta clase banalizan, mezclan, distorsionan y simplifican la vida. [...] El riesgo que corre la cultura real hoy en día es que si las instituciones culturales están gobernadas por gente que forma parte de la clase dirigente, entonces el arte puede volverse invisible porque ellos se negarán a asimilarlo”, se manifiesta contra: El imperialismo norteamericano ha producido y controla los medios internacionales de comunicación e información de masas. Los bombardeos a base de información falsa y medias verdades se realizan a una escala tan grande que millones de personas viven en medio de una gran mentira y también contra la violencia hacia la mujer expresado en algunas obras como “Untitled (Chicken piece) ” (1972), People Looking at Blood Moffitt (1973), formula su mensaje con el cuerpo y la sangre de los cuerpos, en primera instancia la sangre representa la violencia, la aparición de la sangre como elemento en la obra de Mendieta se observa por primera vez en 1973 en Iowa “en recuerdo de la violación y asesinato de una mujer que se produjeron en la Universidad de Iowa, donde Mendieta estudiaba. Uno se realizó en su apartamento de estudiante en el que su cuerpo aparecía desnudo de cintura para abajo, cubierto de sangre y atado a la mesa de la cocina y en el otro su cuerpo aparecía también semidesnudo y tirado en un campo, entre las matas, bocabajo y cubierto de sangre. Ambos fueron recuerdos de la muerte, y en ellos Mendieta utilizó la sangre como expresión del dolor, rabia e impotencia que la autora sintió ante estos acontecimientos.”, pero luego la sangre cambia de significado, representa poder, vida, la imagen del ritual, la clara conexión de la vida y la muerte, la sangre es un enlace poderoso del conocimiento primario y primitivo y Mendieta apuesta por el arte de la transcendencia, se conecta con la muerte simulando tumbas, hablando con ella, bañándose con sangre, prendiendo velas, ritualizando su arte.

En la serie “Figuras Rupestres” Mendieta vuelve a reforzar esa conexión arrebatada con su tierra, a invocar a las diosas taínas al presente, invocar a los ancestros, dar sentido, transformar.  


III

Tlaltecuhtli





-  Fotografía del “Templo Mayor de México”, representa a Tlaltecuhtli, Dios o Diosa Azteca de la tierra.
-  Escultura de andesita rosada, 4 m x 35 m, pesa 12.000 kg,
-  Pertenece al periodo del posclásico, la pieza fue encontrada en el Templo Mayor mexica, hoy las Ajaracas, una de las esculturas de mayor tamaño mexica encontrada.

Esta escultura antropomorfa de representación sintética, está tallada en piedra y es la iconografía de una Deidad con rasgos femeninos y masculinos que se observan en los códices y otras esculturas representando a Tlaltecuhtli. En esta escultura podemos distinguir a una figura con rasgos humanos y garras animales portando un tocado, un tapado y joyas de gran volumen, en una posición que parece intimidante, mostrando los dientes y escupiendo lo que parece un chorro de sangre. De sus manos salen garras, y en sus rodillas, codos y tapado observamos la representación de cráneos, mientras que en sus muñecas y tobillos caracolas que indicarían un adorno dorsal, se estima que su cabello, el líquido que sale de su boca, sus aretes y sus garras estaban pintados de rojo.
Esta obra fue encontrada en las inmediación del templo mayor, se estima que fue construida entre el 1502 al 1521 y representa a Tlaltecuhtli, al parecer Quetzalcóatl y Tezcatlipoca abrían partido por la mitad a esta deidad para crear la tierra, antes de ser el Dios de la Tierra, era Cipactli, un monstruo caótico de muchos ojos que al ser dividido se convirtió una mitad en Tierra y la otra en Cielo,  tiene ojos y bocas en sus articulaciones por las cuales devora gente.

        La
ciudad de Tenochtitlán crece en torno al templo de Mayor, desde él se extienden los palacios imperiales y los grandes ejes desde donde creció la capital. La ciudad fue construida sobre un pantano donde se encontró formulada la predicción de Huitzilopochtli, el águila devorando una serpiente sobre un nopal, sobre los islotes los mexicas tuvieron que crear “suelo” acomodando balsas de juncos con barro y construir calzadas y puentes para asentarse en ese lugar, adaptando una red geométrica de canales y terraplenes ordenados alrededor de los centros principales. Tenochtitlán entonces tenía forma cuadrada y se estima medía tres kilómetros y tenía mil hectáreas. Toda la ciudad estaba repartida en cuatro secciones con relación al templo mayor. La ciudad se organizaba alrededor de los templos principales y edificios administrativos, y los templos secundarios y jefes electos por los capullis o barrios. La ciudad contaba con oficinas de justicia y oficina de finanzas en el palacio del monarca. La plaza principal de Tenochtitlán servía como mercado. Poseían sistema de acueducto para agua potable y baños públicos.

Tanto la ciudad como la sociedad se organizan en torno a la religión, todo estaba inscrito dentro del calendario adivinatorio, toda vida determinada por los dioses, obviamente también el poder político, existía una jerarquía determinada por el parentesco, existían emperadores y obreros, tenían instituciones Fiscales y Jurídicas. Los mexicas eran una cultura guerrera que subordinó a los pueblos más pequeños política y tributariamente, en su arte podemos apreciar la reiteración de representaciones de guerra, calaveras que se exhiben en plena ciudad, eran un imperio plutiétnico, que adoraba y aceptaba a dioses extranjeros siempre que estos se subordinaran a los principales, “La religión mexicana era una religión abierta. Los aztecas vencedores sólo buscaban anexar al imperio, con las provincias conquistadas, los dioses que éstas adoraban”[8]  rendían homenaje a Tlaloc, Quetzalcoalt, Huitzilopotchli, Xipe Topec, Tlaltecuhtli, Tonatituh, a través de sacrificios humanos, estos sacrificios eran eventos importantes y públicos, en los cuales se daba alimentaba a los dioses, Intonan intota tlaltechuhtli Totantiuh , es dar alimento a nuestra madre y a nuestro padre, la tierra y el sol, con chalchihual el líquido precioso. La deidad aparece algunas veces representada como masculina, pero en ocasiones porta elementos que remiten a lo femenino, como son las caracolas y el cabello de rojo, los dioses mesoamericanos se distinguen por tener “La facultad … de mostrarse como unidades de la dualidad masculino-femenino, como una pareja conyugal o como cualquiera de sus componentes.” La cosmovisión indígena mesoamericana y mexica se sedimenta sobre los opuestos complementarios, no son duales  estos conceptos, perviven en la armonía de la transmutación, entonces hombres y mujer se complementan tanto como vida y muerte. El sacrificio se concibe como un compromiso con la vida, porque la sangre del sacrificado es el motor de los dioses, aquellos dioses que dan vida “Nada nace, nada vive sino es por la sangre de los sacrificados”[9]  entonces “El sacrificio humano entre los mexicanos no estaba inspirado por la crueldad ni por el odio. Era su respuesta – la única que podían concebir- a la inestabilidad de un mundo amenazado, Para salvar al mundo y a la humanidad se necesitaba sangre: el sacrificado no era un enemigo al que se elimina, sino un mensajero que se envía a los dioses…” desde la muerte, doy vida, para que perdure esa vida, mato, es un acto fraterno, para que pueda seguir el ciclo de la humanidad en la tierra.

IV
En el principio de este análisis detallamos que el concepto que unía a ambas obras se relacionaba con el Mito, el mito es de suma importancia en el mundo indígena pues ordena y estructura la realidad en la vida de los hombres, ordena los ciclos de las cosechas, enseña y trasmite conocimientos prácticos como por ejemplo el cuidado y las propiedades de las plantas, válida un orden político y crea una identidad de pertenencia en la comunidad, según las palabras de Eliade “el mito cuenta una historia sagrada; relata un acontecimiento que
ha tenido lugar en el tiempo primordial, el tiempo fabuloso de los «comienzos». Dicho
de otro modo: el mito cuenta cómo, gracias a las hazañas de los Seres Sobrenaturales,
una realidad ha venido a la existencia, sea ésta la realidad total, el Cosmos, o solamente
un fragmento”  Ahora bien, la conexión de ambas obras no se basa elementalmente a que ambas representan a divinidades relacionadas con la naturaleza, sino en la relación que se establece a través del rito.  “El Mito, necesariamente necesita ser renovado por la comunidad, el rito es el agente que permite la pervivencia del mito, “«Vivir» los mitos implica, pues, una experiencia verdaderamente «religiosa», puesto que se distingue de la experiencia ordinaria, de la vida cotidiana. La «religiosidad» de esta experiencia se debe al hecho de que se reactualizan acontecimientos fabulosos, exaltantes, significativos; se asiste de nuevo a las obras creadoras de los Seres Sobrenaturales; se deja de existir en el mundo de todos los días y se penetra en un mundo transfigurado, auroral, impregnado de la presencia de los Seres Sobrenaturales. No se trata de una conmemoración de los acontecimientos míticos, sino de su reiteración. Las personas del mito se hacen presentes, uno se hace su contemporáneo. Esto implica también que no se vive ya en el tiempo cronológico, sino en el Tiempo primordial, el Tiempo en el que el acontecimiento tuvo lugar por primera vez. Por esta razón se puede hablar de «tiempo fuerte» del mito: es el Tiempo
prodigioso, «sagrado», en el que algo nuevo, fuerte y significativo se manifestó plenamente” [10]Es necesario para estar en contacto con los dioses, con el tiempo primordial y sagrado, reactulizar el mito a través de una ceremonia, “Con ocasión de la reactualización de los mitos, la comunidad se renueva en su totalidad; recobra sus «fuentes», revive sus «orígenes». La idea de una renovación universal operada por la reactualización cultual de un mito cosmogónico está atestiguada en muchas sociedades tradicionales”[11]  dicha ceremonia, en las dos obras que analizamos, se vincula con el sacrificio, y el sacrificio se vincula con la transmutación.
 
En la obra de Mendieta observamos la utilización de lo ritual y la significación de la sangre en algunos de sus trabajos, la ritualización se vincula con su deseo de volver a establecer un vinculo primordial, si bien en otras obras se manifiesta más explícita la relación entre la vida y la muerte, como por ejemplo en “On giving life” (1975) donde ella da vida a un esqueleto, en esta obra en particular, asociándola con “Entierro de Nañingo”(1976) que representa la mujer árbol y la transmutación de lo humano a lo divino, podemos asimilar la intención que tiene del sacrificio en su obra, la representación de la diosa del viento, Guabancex, está intencionalmente apuñalada, y según el estudio de López-Cabrales “En la obra de Mendieta clavar estacas en el cuerpo de un yaciente es una forma de representar la muerte pero, a la vez, es una manera de dar vida, de ayudar a sacar todas las energías negativas que quedan en ese cuerpo, una forma de expiación, de salvación a través del sufrimiento, de la ceremonia, del sacrificio, del rito.[12] Por otra parte la escultura de Tlaltecuhtli actúa de la misma manera, es una deidad que representa la muerte, que necesita de la muerte para vivir, a la cual los mexicas alimentaron con sangre, que a su vez permite la vida, crea vida. Stouelle explica: “El sacrificio humano es una transmutación por la cual de la muerte sale la vida. Y los dioses han dado el ejemplo de ello en el primer día de creación”.[13]


Bibliografía.

-Danto, A. 2003 El abuso de la belleza. La estética y el concepto de Arte. Paidós.
-De Gyldenfeldt, Oscar 2008 ¿Cuándo hay arte? En: Cuestiones de arte contemporáneo, Elena Oliveras (comp.), Editorial Emecé, Buenos Aires.
-Eliade, Mircea. 1991 Mito y Realidad. Editorial Labor, Barcelona.
-López Austin, Alfredo 1996 “Los rostros de los dioses mesoamericanos” en: Revista de Arqueología Mexica na, Vol. IV, Nº 20, México.
- López-Cabrales ,María del Mar. “Laberintos corporales en la obra de Ana Mendieta “[en linea], 2006 publicado en: Espéculo. Revista de estudios literarios. Universidad Complutense de Madrid. Disponible en:
https://pendientedemigracion.ucm.es/info/especulo/numero33/laberint.html
-Soustelle, J. 1996 La vida cotidiana de los Aztecas en vísperas de la Conquista. Fondo de Cultura Económica, México.





[1] [1] Oscar De Gyldenfeldt. 2008 ¿Cuándo hay arte? En: Cuestiones de arte contemporáneo, Elena Oliveras (comp.), Editorial Emecé, Buenos Aires. Página 33.
[2] Mircea Eliade. 1991 Mito y Realidad. Editorial Labor, Barcelona página 4.
[3] Danto. 2003 El abuso de la belleza. La estética y el concepto de Arte. Paidós. Página 22.
[4] Oscar De Gyldenfeldt. 2008 ¿Cuándo hay arte? En: Cuestiones de arte contemporáneo, Elena Oliveras (comp.), Editorial Emecé, Buenos Aires. Página 22.
[5] De Gyldenfeldt. Op. Cit. Página 32.
[6] Danto. Op. Cit. Página 25

[7] López-Cabrales ,María del Mar. “Laberintos corporales en la obra de Ana Mendieta “[en linea], 2006 publicado en: Espéculo. Revista de estudios literarios. Universidad Complutense de Madrid. Cita de internet.

[8] P Soustelle, J. 1996 La vida cotidiana de los Aztecas en vísperas de la Conquista. Fondo de Cultura Económica, México. Página 124.

[9]  Stoustelle .Óp. Cit. Página 102.

[10] Mircea Eliade. 1991 Mito y Realidad. Editorial Labor, Barcelona, Página 12.
[11]  Mircea Eliade. 1991 Mito y Realidad. Editorial Labor, Barcelona. Página 9.
[12] López-Cabrales ,María del Mar. “Laberintos corporales en la obra de Ana Mendieta “[en linea], 2006 publicado en: Espéculo. Revista de estudios literarios. Universidad Complutense de Madrid. Cita de internet.
[13] Soustelle 1996 La vida cotidiana de los Aztecas en vísperas de la Conquista. Fondo de Cultura Económica, México. Página 102