Sergio Bravo Loyola. Intento de poeta e intento de todo lo que uno
podría imaginar. Un ser humano, con forma de ser humano, como todo ser humano.
Que tiene la fortuna de poder caminar con sus pies, de escribir un texto como
este en un computador con sus manos. Inhala por la nariz, exhala por la boca.
Pestañea y mastica, con sus ojos y dientes. Escucha por los oídos y se pea. Mea
y se echa desodorante en las axilas. A veces se afeita.
Un hueón más. Que a sus 24 años está endeudado por estudiar una carrera que
no terminó. Que ha vivido en la clase media y que lo seguirá haciendo porque
pitutos no tiene. Huérfano de madre desde los 18 años.
Pero la
vida de Sergio Bravo Loyola también tiene cosas lindas. Es considerado el mejor
intento de poeta que vive en su casa dejando chicos a sus sobrinos y hermanos
en este rubro. Ellos nunca lo han intentado, es cierto, pero gana por goleada.
Sergio, además se desempeña como Mano de Obra Barata en la Isi Cartonera. Y
todos los lunes juega futbolito con algunos amigos en un torneo. Lauchero con 4
goles en 2 partidos (a la fecha).
3 libros
conforman la bibliografía de Bravo Loyola. Poesía corta, que busca la
comprensión óptima del lector. Seguidores y detractores afirman que este estilo
es muy bueno porque no hay que estar dándole mucho tiempo a este gil.
Hace meses
que no escribe un verso. Hace meses ni siquiera intenta arreglar algún poema
antiguo. Por esa razón se transformó en huevo para ingresar a esta bandeja: para
soltar la mano y ver qué sale del ejercicio.
Si les
gusta o no, ya no es culpa suya. Pronto más información.
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