Colgándome del tema anterior ( El Respeto) hoy quisiera seguir desarrollándolo con otros conceptos:
Voluntad y Protocultura.
¿Qué sabe usted de Voluntad? ¿Ha escuchado alguna vez la palabra Protocultura?.
El buen Arthur (Schopenhauer) últimamente me ha influenciado bastante; en él he encontrado una suerte de amigo con quien dialogar. En las siguientes líneas hablaré un poco de él, y sobre cómo llegué al concepto de Voluntad y posteriormente al de Protocultura.
Este buen hombre, proto y metacientífico Arthur Schopenhauer, antes de escribir su obra monumental (El mundo como voluntad y representación) se llenó de información. Además de leer a sus antecesores y contemporáneos se dedicó a leer a Los Upanishad, (libro sagrado que cimienta las bases de cómo debe ser la cultura protocultura en la población india).
Como usted es un instruido lector y conocedor [por favor, si no lo es desista ipso facto de esta lectura], bien sabrá que la población india está bajo los cánones culturales y religiosos del Hinduismo. En los libros de Los Upanishad podemos encontrar a tres dioses principales: Brahma, Vishnu y Shiva. Brahma es la fuerza creadora, Vishnu es la fuerza que conserva, mantiene y cuida, y Shiva es la fuerza destructora. Sobre la primera y la última, nosotros no tenemos ninguna influencia, pero con Vishnu estamos en estrecha relación, es más aún, esa energía que conserva, mantiene y cuida es de total responsabilidad del alma humana. En otras palabras cada uno es un pequeño dios; somos como pequeños Vishnus, cuyas labores y responsabilidades es conservar, mantener y cuidar. ¿Pero qué debemos conservar, mantener y cuidar? debemos conservar, mantener y cuidar lo que una energía creadora, mucho antes de, creó. (por favor leer El Respeto, aquí)
Hay dos acontecimientos brutalmente importantes en la vida de cualquier organismo o cosa: [nótese que escribo cosa, más adelante hablaré de lo vivo] nacer y morir. Sobre la una y la otra no tenemos ningún poder, simplemente no tenemos acción ante esos sucesos. Sin embargo, lo que nos ocurre entre el nacer y el morir; en ese tiempo intermedio, ahí sí que sí tenemos total influencia sobre esos múltiples e insignificantes acontecimientos, es lo que algunos llaman, la experiencia de estar vivos...
Continuará ...
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